Desde tiempos antiguos los agricultores
observaron que las fases de la luna influyen en la producción de los
cultivos, estimulando la rápida germinación o retrasándola, sobretodo en
la agricultura ecológica donde las plantas crecen de forma natural sin
el uso de estimulantes químicos.La influencia de las fases de la luna en
la productividad y en la calidad de los cultivos se manifiesta a través
del ascenso o descenso de la savia (alimento de la planta), al parecer
la luz proveniente de la luna, según la intensidad propia de cada fase,
interviene en la germinación y crecimiento de las plantas, debido a que
los rayos lunares tienen la capacidad de penetrar a través del suelo.
La influencia de cada fase lunar en el cultivo de hortalizas es la siguiente:
Cuarto creciente
La disponibilidad de luz lunar va en
aumento y las plantas tienen un crecimiento balanceado, en el que se
favorece el crecimiento de follaje y raíz.
En este período dentro del suelo se
producen grandes movimientos de agua que afectan su disponibilidad para
las raíces. Al haber mayor disponibilidad de agua en el suelo, las
semillas tendrán la oportunidad de absorber agua más rápidamente y
germinar en el tiempo previsto, siempre y cuando las condiciones
climáticas y del suelo sean favorables.
Esa es la razón por la cual las
semillas de germinación rápida (hortalizas) que se siembran dos o tres
días antes o a inicios de esta fase germinan más rápidas y en forma más
homogénea que aquellas que se siembran en otros períodos.
Luna llena
En esta fase sigue aumentando la luz lunar y hay poco crecimiento de raíces, pero mucho crecimiento del follaje.
Las plantas cuentan con una mayor
cantidad y movimiento interno de agua y savia. En el caso de propagar a
través de estacas y esquejes (trozos de tallo) que se utilizan para la
propagación vegetativa, no es conveniente cortarlas en esta fase, pues
al haber mucha agua dentro de ellas las hormonas que promueven el
enraizamiento (auxinas) estarán muy diluidas y no ayudarán a estimular
la emisión de raíces. Además, el agua que está dentro de las estacas
tenderá a salir, provocando con ello su rápida deshidratación.
Cuando se hace el trasplante en este período las plantas tienden a crecer rápido y a producir mucho follaje.
Cuarto menguante
En esta fase la intensidad de los rayos lunares empiezan a disminuir.
Este es un buen período para el
trasplante y se ha visto un crecimiento rápido y vigoroso de raíces. Al
existir poca cantidad de luz el crecimiento del follaje es lento, razón
por la cual la planta puede emplear buena parte de su energía en el
crecimiento de su sistema radicular. Con su raíz vigorosa y bien
formada, la planta puede obtener nutrientes y agua suficientes para un
crecimiento exitoso.
Luna nueva
En esta fase la intensidad de los rayos lunares continúan disminuyendo hasta niveles más bajos.
En esta fase se ha observado un
lento crecimiento del sistema radicular y del follaje. Al parecer este
es un período de poco o muy poco crecimiento, como de reposo, en donde
las plantas se pueden adaptar fácilmente al medio sin sufrir ningún
daño.
Muchos agricultores prefieren
realizar sus labores agrícolas en este período de reposo, porque
consideran que las plantas pueden adaptarse con mayor facilidad a los
cambios y prepararse para el siguiente período (Luna Nueva a cuarto
creciente) en el que se espera un crecimiento balanceado de las plantas.
Las labores realizadas son aporques, deshierbos, podas, desahíjes,
tutorados, abonamientos, etc.
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