martes, 4 de agosto de 2015

A FONSAGRADA: UNA FUENTE SAGRADA (Y MUCHO MÁS) EN LA PUERTA DE GALICIA . DIARIO DE UN PEREGRINO. XURDE MORAN



A Fonsagrada y el Camino, yendo desde O Acevo
El Camino Primitivo, que como todos los que iban de este a oeste y recorrían peregrinos francos y centroeuropeos, fue llamado también francés y Camín Real de Galicia, ha entrado en tierras gallegas por el Alto do Acevo en dirección a Cabreira y Fonfría, concello de A Fonsagrada, para luego dirigirse a Barbeitos con su afamado mesón y a Silvela, donde hay un cruce de la carretera (C-630) para ir, detrás de las casas, hacia la capilla de Santa Bárbara. 

A Fonsagrada desde el Camino, antes de Fonfría. Abajo la aldea de O Castro
Luego de subir al Monte Picois volveremos a bajar hacia la carretera donde,
en algunos tramos en los que el Camino coincide con ella, antes de A Fonsagrada villa capital del concello, se han dispuesto paralela a ella una senda peatonan con barandillas y pasamanos de madera, para el tránsito peatonal, las cuales nos evitan tener que andar por los arcenes, expuestos al tráfico. Un notable acierto.

Camino, carretera y A Fonsagrada
Tras pasar Queixadoiro (topónimo que se nos antoja representativo del esfuerzo andarín de los viejos peregrinos, arrieros, caminantes y viajeros en general) la ruta peregrina se separa de la calzada a mano izquierda, entre camperas de hierba y peñascales. 

Desvío en las inmediaciones del lugar de Queixadoiro
Queixadoiro. A Fonsagrada, más cerca
A continuación nos internamos en más boscaje, teniendo ya, aparentemente al alcance de la mano, la villa de A Fonsagrada. 

Paradanova, el Camino viene de la derecha en dirección a la capilla
Capilla da Santa Cruz de Paradanova
La umbría de la arboleda nos devuelve a la carretera tras un cómodo descenso entre matorrales, bajo la enramada, y allí salimos junto a la capilla da Santa Cruz en la aldea de Paradanova. 

Interior de la capilla
Santiago Peregrino
De nuevo una veneración y un nombre de lugar totalmente vinculados al Camino, pequeño santuario de piedra y techo de madera y pizarra al lado de una casa, con pequeño altar en un estratégico cruce de rutas, con una imagen de Santiago esculpida en piedra. 

La capilla en invierno. Poco más allá el cruce de caminos y la carretera
En Paradanova, ante la histórica capilla, el viajero, arriero y peregrino optaba por seguir el antaño camino más transitado hasta A Proba de Burón, antigua cabeza de un concello extensísimo que abarcaba hasta Negueira de Muñiz, capitalidad perdida en el siglo XIX, o continuar por el ramal que sube hacia A Fonsagrada, que empezó siendo secundario pero el cual, al atajar un buen tramo y de paso ir ya ganando altura para afrontar la subida a la Serra do Hospital, terminó siendo el preferido con el paso del tiempo, pese a que se cubría de nieve una parte importante del invierno.

A Fonsagrada desde Paradanova
Esta razón y la existencia de una fuente que da nombre a A Fonsagrada, indispensable para viajeros, arrieros, peregrinos, pastores trashumantes, la Fons Sacrata, hicieron que el tránsito de personas, ganados y mercaderías fuese prefiriendo esta opción.

Cruce de los dos caminos: el de la derecha está señalizado con cruces amarillas en el suelo, el de la izquierda tiene un mojón jacobeo con concha indicando la dirección a seguir
Desde Paradanova dos son las posibilidades señalizadas para ir hacia la población de A Fonsagrada: el tramo original subía por el Camín da Granxa directamente hasta la Fonte Sagra, la iglesia y A Praza pero actualmente no se emplea. 
 
El camino de la izquierda y A Fonsagrada al fondo

Ahora se realiza una variante este trayecto, menos concurrido, que sigue llano por el valle a la izquierda de la carretera, pasa una fuente restaurada y poco después realiza una dura subida hacia el centro de la villa, aunque bastante antes de la iglesia llegando a la Avenida de Asturias y dirigiéndose de ahí al centro. 

El valle y la montaña, y sobre ella A Fonsagrada
La fuente del Camino. Fonte de Paradanova

Imágenes de la fuerte pendiente cuesta arriba hasta el centro urbano





Los sublimes y extraordinarios paisajes culminan el esfuerzo
Primeramente pasa entre prados, luego se encaja entre paredes de piedra y arboleda, para remontar el último tramo al sol, ante los primeros edificios y contemplando excelentes vistas que abarcan todo el valle y llegan a las montañas de Negueira y Os Ancares, al sur.

Tras cruzar la carretera desde Paradanova el otro camino también tiene una importante pendiente, no tan pronunciada pero sí más larga
La otra ruta, sin duda la más utilizada por la mayoría de los peregrinos, es también una prueba antes de poder entrar definitivamente en la cabeza del concello. Cruza la carretera un poco más adelante e inicia una subida por pista terrera que se nos antoja más larga y empinada de la cuenta, pues ya a las puertas de un "final de etapa" parace que la meta se muestra cicatera en concedernos la placidez de vernos ya en lo alto del monte, paseando por las calles de A Fonsagrada, en busca de nuestra tan soñada ración de pulpo, riqueza culinaria que como un imán atrae a numerosos viajeros a sus tascas y restaurantes, sobre todo en fines de semana. De ello y de otras cosas hablaremos a continuación.

A Fonsagrada desde Os Chaos


"A Fonsagrada es el único pueblo al que no bajan los lobos", dice la conocida frase popular ante la que el desconocedor del asunto preguntará el porqué. La respuesta: "porque tienen que subir" se hace patente al realizar este último antes de culminar una de las clásicas etapas del Camino Primitivo de Santiago, desde Paradanova hasta el casco histórico de la villa y capital del concello del mismo nombre, desviándonos de la carretera por esta pista cuestuda de la que hemos hablado, de tierra y pedregosa, entre setos naturales y praderías delimitadas por muros de piedra, viendo algún colmenar de miel, acabando entonces prontamente tan sufrida ascensión, para el que ve que aún queda pendiente un recuesto más, antes de alcanzar la tan deseada meta del día.

Paisajes desde Os Chaos
Por fin aproximamos, terminado el ascenso, llaneando ya por calle asfaltada y pasando junto a los primeros edificios, hacia el centro histórico, pasando primeramente cerca del instituto, el pabellón de deportes, la escuela hogar, el colegio, el centro de salud, la casa de cultura y el salón de actos, toda la zona de expansión urbana.

Atardecer desde Os Chaos


Estamos en Os Chaos, donde hallaremos, cerca, alguna de las primeras pulperías, restaurantes y albergues privados y pensiones, un lugar donde si tenemos oportunidad no dejemos de contemplar los maravillosos e inolvidables atardeceres que desde aquí se admiran y contemplan

El Camino desde Os Chaos hacia el centro de A Fonsagrada

Últimamente se había señalizado como opción tanto la entrada por la rúa de Burón como por la de Marmoiral. La villa se nos presenta alargada y lineal sobre las laderas que descienden desde aquí hacia sus vertientes oeste y este, a las que se asoman edificios con sus ventanas y balcones.

A Fonsagrada con su "copa del agua", el depósito que se ve a muchísimos kilómetros a la redonda y que es una buena referencia para situarla en la lejanía
Paisaje hacia las serranías


El caminante quiere adivinar en la extensa campiña hacia el occidente las antiguas rutas de A Proba de Burón, entre verdes campos y bosques, pero lo que sí observa con total nitidez en el horizonte es la Serra do Hospital y Xestoso, donde los parques eólicos han conquistado el inmaculado paisaje de las montañas lucenses.

Cruceiro de A Fonsagrada
Una rúa recta y llana, la rúa de Burón, nos dirige, entre filas de casas, hacia los primeros bares y pensiones, para seguidamente llegar al centro histórico, inconfundible con sus viviendas típicas de balcones-galería con ventanales de cristal y montantes de madera, al igual que el cruceiro de piedra que parece darnos la bienvenida según vemos las primeras raciones de pulpo, pimientos de Padrón y demás exquisiteces de la tierra, a través de las ventanas, las terrazas y las puertas entreabiertas de las cocinas de las tascas.


Excelencias gastronómicas de las que daremos oportuna cuenta, regadas con bon viño Ribeiro o el útimamente triunfante vino del vecino concello de Negueira, tras descansar de la jornada viajera. El Camino deja atrás los juzgados y atraviesa la villa, aquí ya no nos parece tan lineal sino más compacta.

Atravesando A Fonsagrada por la Rúa de Burón
Antigua Casa do Concello
Pasamos la antigua Casa Concello y divisamos la iglesia, que se abre a una plaza, encrucijada donde confluyen calles y avenidas, alguna muy transitada, con sus bares, cafés, hostales, restaurantes, pensiones, fondas y comercios, cruce de las Avenidas de Asturias y Galicia con la rúa de Burón y la Praza de España y Rúa Mayor.


Podemos comprar algo en las tiendas o pasar por el mercado que se celebra los sábados primeros y terceros de cada mes.

Iglesia de A Fonsagrada
La iglesia es de estilo barroco con amplio cabildo en su pared norte, la que mira hacia A Praza, y alta torre-campanario.

Portada principal y torre-campanario
Imagen de Santa María
Está bajo la advocación de Santa María y presenta sobre la puerta principal una imagen de la Virgen con el Niño esculpida en piedra. Se celebran misas del peregrino. En su despacho parroquial se sellan las credenciales y se ofrece información del Camino y la comarca.

Galerías y Avenida de Galicia
Ante el santuario llaman la atención las galerías de algunas casas. Muy cerca hay albergue privado y más alojamientos. La avenidas de Galicia y de Asturias son hoy en día el gran eje comercial vertebrador de la localidad.

Vistas nocturnas de la gran avenida comercial de A Fonsagrada

Hora de las cenas...

Más manjares, caldo gallego
Más pulpo y viandas




Existe en A Fonsagrada una parte nueva, con algunos edificios de arquitectura funcional, pero también estas importantes plazas y avenidas con preciosas filas de viviendas de largas galerías acristaladas en su planta alta, muy alegres y luminosas, de entre los siglos XIX y XX, las cuales constituyen una imagen inolvidable de nuestro paso por el centro histórico.




A Fonsagrada debe su nombre y origen a una fuente sagrada, fuente de piedra, situada exactamente al pie de la iglesia parroquial de Santa María, a escasos metros de su ábside, fuente sacra y milagrosa cuya ubicación y advocación, con dos santas rezando labradas en ella, percibe la reminiscencia animista del culto al agua y a seres femeninos de la naturaleza, en ella simbolizados y cristianizados.



Quiso la leyenda que de esta fuente manase leche en vez de agua para dar sustento a una viuda y sus tres hijos, única familia que ayudó a un peregrino. Fuente vinculada al Camino jacobeo pero también sin duda a creencias precristianas de veneración a las aguas, origen de vida. Se identifica la fuente con una mansio romana, la de Fontem Albei, parada oficial en la calzada de Lucus Asturum (Llugo de Llanera, ciudad de los astures luggoni  a Lucus Augusti, antigua capital de Gallaecia desde tiempos pretéritos.



Otra historia cuenta que antiguamente esta fuente no existía, ya que la poca vecindad de antaño había de dirigirse montaña abajo hasta el río. Un buen día una familia del lugar acogió a una mujer magullada, cansada y hambrienta, logrando así, con este acto y por premio sobrenatural, que naciese esta fuente sacra que nunca dejaría de echar agua, trayendo prosperidad a la población, tanto porque ya no habrían de ir más al distante río, como por sus propiedades curativas.


Las tradiciones legendarias tienen un trasfondo real: sin duda esta fuente favoreció el establecimiento de un poblado por el que muchos viajeros comenzaron a desviarse, atajando, pese al desnivel de la cuesta inicial, triunfando el desvío de A Fonsagrada sobre el camino de A Proba de Burón.


Por ello, el manantial, donde paraban a beber los peregrinos (y todos los viajeros de antaño) y el ramal que hacia él subía, constituyeron el origen y eje sobre los que se configuró esta hermosa villa, desde la que vemos, al este, las montañas del Alto do Acevo, que dejábamos atrás en etapas anteriores, al salir definitivamente a tierras gallegas desde Asturias.

O Acevo (al fondo) y Paradanova (a la izquierda) desde A Fonsagrada
Justo frente la Fonte Sacra, en un trecho de calle empedrada entre unas casas, viene, olvidado entre muros de piedra y huertas, el viejo camino que subía directamente a la fuente e iglesia, que algún día habrá que recuperar.

El Camino original a la fuente y la iglesia
Hacer el Camino en invierno es bastante aventurado, son tramos de puertos fríos y muy habitualmente nevados. Aún así hay peregrinos intrépidos que pasan por aquí incluso en febrero, coincidiendo con la concurridísima Feira do Butelo, dedicada la botillo y demás productos del cerdo, instalada en el parque Gil Portela, delante del museo, pero a la que también vienen artesanos, queseros, reposteros, bodegueros... con notable animación y trasiego de gentes.

Butelo y su feria
















Por esa época se celebra el Antroido o Carnaval, de gran tradición festiva en A Fonsagrada.







Más son los peregrinos que pasan en septiembre, mes de ferias ganaderas, de las más importantes de Lugo, o en agosto, donde tal vez lleguemos los días que se organiza la dedicada a los emigrante o el afamado Mercado Medieval.



Mención aparte merece su Museo Comarcal, fundado en 1984 de la mano de un grupo de vecinos entusiastas, con sus piezas etnográficas que van desde las fraguas o forxas de ferreiro a las lareiras, junto con apartados dedicados a oficios tradicionales, la escuela de antaño, la emigración, arquitectura popular, arte contemporáno, o arqueología, buenas muestras de la etapa megalítica y castreña, así como maquetas de túmulos, viviendas tradicionales y muchísimas cosas más. Si tenemos oportunidad, no dejemos de visitarlo.

Museo Comarcal da Fonsagrada




































Florencio dos Vilares O Cego da Fontaneira y Herminio da Fonfría con sus instrumentos





Maqueta de túmulo megalítico








 Para salir de A Fonsagrada muchos siguen la Avenida de Galicia pero el Camino señalizado pasa al lado izquierdo del templo parroquial por una parte más antigua, de románticas callejuelas o rúas, A Rúa Mayor, por donde discurre el Camino, atravesando la población desde la fuente y la iglesia, también con hileras de viviendas añejas pegadas una a continuación de otra a cada lado de la calzada, muchas de piedra, algunas con balcones de madera asomados a la vía, otras de fachadas pintadas, normalmente de blanco o colores claros y en las que antaño estuvieron, en la planta baja, las tascas y los tránsitos comerciales y artesanales de la primitiva Fonsagrada.













Aún veremos algunos de ellos a nuestro paso. Emblemáticas viviendas del centro histórico, gran parte de ellas acertadamente restauradas, que acompañan nuestros andares hacia la salida de la localidad, tras dejar A Casa do Mesón a la izquierda y subir por A Rúa Maior, que enseguida desciende para empalmar con la Avenida de Galicia, saliendo a la carretera de Lugo, que tras un corto trayecto hacia la gasolinera abandonamos, a la vez que el núcleo urbano, para dirigirnos, pasada esta gasolinera, por un desvío, O Atallo, donde hay un bar, hasta un área recreativa, en ligera cuesta abajo.

Saliendo a la avenida
O Atallo
Área Recreativa
Luego empalmamos unos metros nuevamente con la carretera pero, a corta distancia nos desviamos a la derecha, a través de un camino rural, el Camiño do Calvario, directamente a la aldea de Padrón, casas de pueblo, fincas y prados, todo ello alrededor de la iglesia parroquial de San Xoán, no muy lejos del albergue público de peregrinos sito en este lugar... espacioso, acogedor, con cocina y planta alta, espacio verde detrás, lavaderos y tendederos, grata estancia antes de continuar ruta hacia el antes mencionado hospital de peregrinos de Montouto y de allí, por Paradavella, acercarnos al concello de Baleira por A Calzada, A Degolada y la célebre Costa do Sapo

Camino a Padrón...
Iglesia de Padrón

Albergue de peregrinos de Padrón
Textos en gran parte basados en nuestro libro electrónico dedicado al Camino Primitivo

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