Santalla d'Ozcos Santa Eulalia de Oscos | |||
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Concejo y municipio de España | |||
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País | España | ||
• Com. autónoma | Asturias | ||
• Provincia | Asturias | ||
• Comarca | Eo-Navia | ||
• Partido judicial | Castropol | ||
Ubicación | 43°15′31″N 7°01′14″OCoordenadas: 43°15′31″N 7°01′14″O (mapa) | ||
• Altitud | 547 msnm (mín.:?, máx.:Pousadoiro, 948) |
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• Distancias | 81 km a Lugo 167 km a Gijón 172 km a Oviedo 524 km a Madrid |
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Superficie | 47,12 km² | ||
Parroquias | 1 | ||
Población | 500 hab. (2013) | ||
• Densidad | 10,61 hab./km² | ||
Código postal | 33776 |
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Pref. telefónico | 98 |
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Alcalde (2007) | Antonio Riveras Díaz (IU) | ||
Sitio web | www.santaeulaliadeoscos.es/ | ||
El municipio está situado en la zona occidental de la provincia y se encuentra enmarcado dentro de la comarca de Los Oscos. Limita al norte con Villanueva de Oscos, al sur y al oeste con la provincia gallega de Lugo, y al este linda con Villanueva de Oscos, San Martín de Oscos y Grandas de Salime. Presenta una pequeña extensión de 47,12 km².1 La principal vía de acceso al municipio lo constituye la carretera comarcal AS-27, que llega desde Vegadeo.
Su suelo es mayoritariamente cambriano y silúrico, con materiales de la era paleozoica, entre los que sobresale la pizarra, deformados por la orogenia herciana que dan forma al relieve actual, con una orientación norte-sur de sus montañas entre las que sus ríos originan unos estrechos y ajustados valles. La topografía del concejo se puede decir que es abundante y de una altitud media, predominando los picos situados entre los 400 y los 800 metros, exactamente un 86,7% del terreno total. Por la zona occidental tenemos el cordal de Sendiña y parte de la sierra de Barbeilos que linda con la vecina Galicia. En el norte encontramos la sierra del Ouroso, que contiene la altura máxima del concejo, el pico Pasadoiro con 984 metros.
El principal río del concejo es el Agüeira que atraviesa el suelo de Santa Eulalia en dirección noroeste-suroeste. Dos ríos que fluyen sus aguas en el Agüeira son el Barcia, que sirve de límite, en su nacimiento, de los concejos de Villanueva y Santa Eulalia; Y por otra parte el río Murias, dentro del cual podemos contemplar la catarata de Seimeira de Murias, un espectacular paraje.
El clima es el mismo, como norma general, que impera en toda la provincia, pero su relieve junto con su relativa distancia del mar hacen que éste presente ciertas características del continental, con menores precipitaciones y veranos mucho más secos y calurosos.
En cuanto a su vegetación, hay que comentar que el terreno forestal ocupa un 73% de la superficie total. El matorral es la especie dominante, debido sobre todo a la feroz deforestación sufrida a causa de los incendios y la tala de árboles, que han hecho desaparecer paulatinamente o reducir especies tales como los robles, castaños, abedules.
Es uno de los municipios en los que se habla eonaviego (o gallego-asturiano).
Índice
Capital
La villa de Santa Eulalia de Oscos (Santalla en eonaviego y oficialmente)3 es la capital del municipio de su nombre, que pertenece junto a Villanueva y San Martín a la comarca de los Oscos. Está situada a una altura de 547 metros y tenía una población de 159 habitantes en el año 2008),1 siendo, de largo, el núcleo más poblado de todo el concejo. La agricultura sigue siendo el motor económico de la villa, aunque últimamente, el sector turístico ha tenido un considerable auge en la zona.Parroquia
El concejo comprende una única parroquias, cuyo topónimo es Santa Eulalia de Oscos (Santalla, en eonaviego). Según el nomenclátor de 2008, la parroquia comprende las siguientes entidades de población: (Se muestran entre paréntesis los nombres tradicionales, oficiales desde 2010, en el caso de no coincidir con el nombre en castellano)
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Evolución demográfica
La evolución de la población en el concejo mantuvo hasta mitad del siglo XX una tendencia positiva, consiguiendo llegar en la década de los 50 a su cota más alta, con un total de 1.903 habitantes. Es a partir de esta fecha cuando se produce un cambio a la inversa, iniciándose una pérdida poblacional que sería más acusada en el paso de la década de los 70 a los 80. Esta pérdida viene dada en gran medida, por los movimientos migratorios hacia los países europeos y las zonas industriales del principado. Hoy en día la población del concejo es de 565 personas que pertenecen todas a la misma parroquia y que se localizan generalmente en las orillas, ya que la vida en las montañas resulta tremendamente complicada. La pirámide de población, al igual que toda la comarca de los Oscos, sufre un importante desequilibrio, mostrándonos un predominio de la gente mayor de 40 años y un mayor número de efectivos varones.En cuanto a su actividad económica el sector que impulsa la vida en el concejo es el primario generando un total del 64,71% de los empleos locales. La ganadería es la profesión que mayor número de personas abarca, siendo las explotaciones del ganado vacuno las de mayor presencia en el territorio. Más de la mitad de las mismas tienen una doble orientación cárnica-láctea, siendo importante también las dedicadas solamente para la producción cárnica.
El sector secundario y el de la construcción, apenas tiene repercusión en la vida socioeconómica de Santa Eulalia, representando únicamente a un 3,78%, siendo exclusivamente la rama de la construcción la que tiene participación en el sector.
Respecto al sector terciario de los servicios, hay que comentar que ha sido el único que ha ido en aumento durante estos últimos años, llegando a tener actualmente una representación del 31,51% de las personas ocupadas. Este auge o mayor crecimiento, es debido en gran parte por la implantación del turismo rural en la zona, habilitándose varias casas para tal efecto.
Política
En el concejo de Santa Eulalia de Oscos, el partido que más veces ha gobernado ha sido la Candidatura de los independientes de Santalla (IDS), que lo hizo en las legislaturas 3ª, 4ª y 5ª. La Unión de Centro Democrático (UCD) y el PSOE, consiguieron la alcaldía en dos legislaturas: la UCD en la 1ª y 2ª; y el PSOE en la 6ª y 7ª. Desde 2007, el alcalde es Antonio Riveras Diaz, de Izquierda Unida.
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Partido | 1979 | 1983 | 19874 | 19914 | 19954 | 19994 | 20034 | 20074 | 20115 |
PCE / IU-BA | 0 | 3 | 4 | ||||||
PSOE | 2 | 1 | 1 | 2 | 2 | 4 | 5 | 2 | 3 |
CD / AP / PP | 3 | 0 | 0 | 0 | 0 | 2 | 2 | 0 | |
UCD / CDS | 7 | 3 | 2 | 1 | |||||
IDS | 4 | 4 | 5 | 3 | |||||
Total | 9 | 7 | 7 | 7 | 7 | 7 | 7 | 7 | 7 |
Historia
La historia de Santa Eulalia presenta, en sus comienzos, las mismas características que las de los otros dos concejos del territorio de los Oscos, San Martín y Villanueva, hasta 1154, y en común con el de San Martín, hasta 1584, en el que ambos concejos logran la independencia de la Iglesia ovetense.Los primeros restos primitivos encontrados pertenecen a la etapa neolítica, destacándose los hallazgos encontrados en varias zonas como Brañavella, El Chao La Granda en Murias y que se corresponden con campos tumulares o mamoas. También aparecen en el concejo diversos asentamientos de naturaleza castreña en Lineras, en el cortín de Mouros en Brañavella y en Ferreira. Estos castros nos muestran un marcado carácter defensivo.
La presencia de diversos materiales como el hierro y el oro atrajeron a estos lares al pueblo romano, tan dado a estas aventuras, y que nos han dejado en el suelo del concejo útiles de los antiguos trabajos romanos de extracción y fundición: herramientas mineras y monedas en las proximidades del río Agüeira. La zona de Santa Eulalia quedó encuadrada durante esta etapa histórica en lo que denominaban conventus lucensis.
En la época medieval el concejo de Santa Eulalia conjuntamente con San Martín perteneció, al concejo episcopal de Castropol, por causa de una cesión realizada por el monarca Alfonso VII en 1154 a la iglesia de Oviedo. Los alcaldes episcopales de ambos concejos se presentaban a las juntas castropolenses en el campo de Tablado.
En 1583, el entonces apoderado del monarca Felipe II, Don Juan de Grijalva, se traslada hasta Castropol y comenta a los alcaldes obispales la situación que va a suceder y que consistiría en la venta de los territorios dependientes de la obispalía para obtener ingresos que palien los gastos originados por las sucesivas contiendas en las que participaba el reino de España. Es en 1584 cuando se negocia la compra de los terrenos por parte de la gente del pueblo, ejerciendo de representantes de Santa Eulalia, Bartolomé de Bayona Serna y Pedro López. Por fin el concejo pasa a ser independiente administrativamente consiguiendo jurisdicción propia y libre organización concejil. Felipe V intenta sin éxito exigir el pago a las gentes de Santa Eulalia, revisando la orden de venta, que se negaron, ya que se amparaban en el acuerdo realizado con el monarca Felipe II.
Ya en el siglo XIX, la guerra de la Independencia tuvo su repercusión en la zona, al proporcionar el concejo varios de sus jóvenes a las tropas de Castropol para luchar contra la invasión francesa. Del siglo XX hay que mencionar que Santa Eulalia cosecha su cota histórica de población en la década de 50 con 1903 habitantes, cifra que iría cayendo últimamente, por causa sobre todo de la migración.
Arte
Al igual que los concejos vecinos pertenecientes a la comarca de los Oscos, Santa Eulalia presenta una vivienda típica que se integra claramente en la tipología del concejo. Esta vivienda utiliza los materiales propios del suelo concejil, empleando la pizarra para los muros externos y los tejados de las casas, y la madera para las vigas, las ventanas, las puertas. Aquí también es usual contemplar edificaciones complementarias para uso mayoritariamente agropecuario, tales como hórreos, cabazos, cabanón y cuadras.Mencionaremos como elementos de interés artístico las construcciones unidas a la industria del hierro, de gran importancia en Santa Eulalia desde el siglo XVII hasta la aparición de la siderurgia moderna en la zona central del principado. Entre estos elementos hablaremos de varios mazos localizados en las proximidades del río Agüeira, siendo el mejor conservado el de Mazonovo, que incluye mazo y fragua.
Dentro de la arquitectura religiosa destacaremos en primer lugar la Iglesia de Santa Eulalia en Santalla, que presenta como elementos más característicos una torre y espadaña, conservando en su interior un retablo de naturaleza barroca. Otras iglesias importantes son la Nuestra Señora de los Remedios en Nonade, así como diversas capillas rurales esparcidas por todo el concejo como la de Quintá o la de San Simón en Brañavella.
De su arquitectura civil y popular aludiremos a la Casona de La Pruida (de la familia Graña), en Santa Eulalia, edificio blasonado de los siglos XVII y XVIII; hay que destacar en su interior una capilla.
El Solar de los Bravo y Bermúdez se encuentra en el barrio de La Rúa en Santalla; es un importante conjunto arquitectónico formado por varios volúmenes, construido a lo largo de los siglos XVII y XVIII. La edificación cerrada por un elevado muro de piedra, se estructura alrededor de dos patios. Tras franquear el portón principal de acceso, en el primer patio, a su derecha se encuentra la torre blasonada a la que se une la crujía que alberga la entrada adintelada de la casa; desde ésta, una nueva galería la une a la capilla, cerrando el patio. Esta galería se asienta sobre una columna de estilo toscano. Un nuevo patio en el lado oeste de la torre acoge diversas edificaciones auxiliares que eran habitualmente utilizadas por la servidumbre. El edificio, en conjunto, juega con distintas formas geométricas, en parte debido a su asentamiento en un terreno irregular y empinado y a las diferentes alturas que presenta cada dependencia. El material empleado es la mampostería revocada, destacando los sillares que enmarcan los diferentes vanos y el escudo. La cubierta de pizarra para las vertientes está rematada por teja árabe en las aristas. El edificio principal tiene mayor volumen y altura que las demás construcciones y en él se encuentra el blasón de fines del siglo XVIII. La capilla está consagrada a San Andrés, poseyendo una campana datada en 1661 y una espadaña neogótica de fines del siglo XIX.
También destacamos la casona de Aquel Cabo (o de Enita), construcción de carácter agropecuario de 1862, en Barcia, con vivienda, capilla, cabazo y demás instalaciones complementarias. Es Monumento Histórico-Artístico. La casa, levantada con muros y tejado de pizarra, está dividida en dos plantas con balcones en haz.
En Ferreirela tenemos la casa natal de Antonio Raimundo Ibáñez Gastón de Isaba y Llano, Marqués de Sargadelos, fundador de las Fábricas de Fundición y Cerámica de Sargadelos (Lugo). La construcción data del siglo XVIII. En la localidad de A Valía encontramos la Torre de Lombardi.
Fiestas
Sus principales fiestas son:Los Carnavales en Santa Eulalia en febrero o marzo. Las fiestas de San Roque en Santa Eulalia en agosto. Las Ferias de Santa Eulalia en diciembre. Las fiestas de La Asunción en Barcia. Las de Nuestra señora de los Remedios en Nonade y San Antonio en Quintela
Casi todas las celebraciones festivas que se realizan en el concejo nos muestran rasgos típicos y característicos de la comarca, perdurando dichas tradiciones durante el paso de los tiempos, mostrándonos unas fiestas peculiares y dignas de ver.
Personajes ilustres
- Antonio Raimundo Ibáñez Gastón de Isaba y Llano, Marqués de Sargadelos, nacido en el pueblo de Ferreirola.
- José Francisco Rodil Lombardía, periodista y escritor (1953)6
Referencias y notas
- Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (2008). «Nomenclátor de entidades de población de Asturias 2008». Consultado el 23 de febrero de 2010.
- Dirección General de Política Lingüistica del Principado de Asturias. «Mapa Toponimia». Consultado el 24 de febrero de 2010.
- Boletín Oficial del Principado de Asturias. «Decreto 121/2010, de 15 de septiembre, por el que se determinan los topónimos oficiales del concejo de Santa Eulalia de Oscos». Consultado el 9 de mayo de 2014.
- Dirección General de Política Interior
- Elecciones Locales 2011
- José Francisco Rodil: «Mi libro es un homenaje a la villa de Santa Eulalia, donde nací»
Las agallas de Santalla
La capital osqueña con más plazas de alojamiento y presencia de la
iniciativa privada sueña con un futuro que asocie el turismo al impulso
de su artesanía y a la reactivación del campo a través de la
transformación agroalimentaria
ARCOS PALICIO
/ Santa Eulalia de Oscos (Santa Eulalia de Oscos)
En Fermín Arango, la calle que allana el camino hacia el corazón de
esta villa empinada, resiste un lavadero público de los de antes, con
una inscripción en la fachada que precisa en rojo sobre blanco el año
de construcción -1955- y al fondo, presidiendo, una efigie de Santa
Eulalia. No se ve a nadie alrededor, pero dentro, sobre la pila, hay un
montón de ropa y un balde. Indicios de que «aún estamos vivos». La voz
que utiliza la primera persona del plural para referirse a su pueblo
es la de Marcos Niño, que fue ocho años alcalde de Santa Eulalia de
Oscos y ahora identifica señales de vida mirando a la capital
santallesa desde detrás de la barra del viejo bar-tienda de su familia.
El bar es antiguo pero renovado, tiene ese aspecto de pasado
reconstruido de casi todo en los Oscos y sobre la pared un rótulo de
hierro con dos fechas. 1925 y 2010, la apertura y la reforma, la fe de
vida y el testimonio del afán de supervivencia de esta villa que se
agarra a una pendiente orientada al Mediodía.
Santalla se sujeta al campo declinante, tendida al sol, sin caerse. La capital más urbana de los Oscos es también la mejor dotada de servicios nacidos de la iniciativa privada y viene de cubrir la primera década del siglo XXI con su pequeña población en leve progreso y 147 habitantes en la cifra final de 2010. Lo dicho: que a su modo peculiar «seguimos vivos», que «hay ilusión» aunque la ganancia de la villa engañe y crezca a costa de la «muerte» de los pueblos, aunque el concejo en su conjunto tenga ya solamente medio millar casi exacto de moradores en la cota más baja de su historia. De ahí la preocupación de esta capital visiblemente remolcada por su sector turístico que sabe que no podrá sobrevivir si no resiste su campo, que se asoma al futuro persuadida de que además del paisaje intacto y de muchos artesanos buenos puede encontrar potencial para una pequeña industria agroalimentaria capaz de aprovechar ese «plan de marketing» espontáneo que proporciona la buena imagen de los Oscos y su asociación inmediata con la Naturaleza bien conservada.
Atravesando Santalla sin gente se percibe en los bajos comerciales algún tímido espíritu de rebeldía contra el olvido, la fórmula de la permanencia que unos pocos sí han encontrado para quedarse a sostener su pueblo. Ahí hay un telar con peluquería, arriba dos panaderías y muy a la vista el bar tienda y los dos hoteles, el mesón y la sidrería, cuatro casas de aldea, un bloque de apartamentos rurales y 72 plazas de alojamiento, la oferta más amplia de las tres capitales osqueñas... Dicen que siempre han sido un pueblo «abierto», «dinámico», donde «todavía hay gente que ha decidido no marcharse», asiente José Luis Díaz. En Santa Eulalia funciona aún ese impulso intangible del amor a la tierra, «la iniciativa y el estímulo de quedarse a luchar por la comarca que a lo mejor flaquea en otros municipios. Tenemos catorce asociaciones en un concejo de quinientos habitantes, hay movidilla». Díaz es el presidente de la Asociación de Amigos del Marqués de Sargadelos y el director del museo que recuperó en Ferreirela de Baxo la casa natal de aquel aventurero emprendedor del siglo XVIII que «se marchó por soñador y triunfó lejos de aquí» con su industria de fundición de hierro y fábrica de loza en la provincia de Lugo. Antonio Raimundo Ibáñez tomó el camino inverso al de todos estos visionarios distintos que en la villa remozada del tercer milenio han optado por la ruta contraria, por quedarse o volver a Santa Eulalia. Tal vez porque ahora sí se puede. El cañón de luz de los programas de desarrollo rural enfocó hacia aquí en los años ochenta y la inversión y la promoción turística devolvió a los Oscos, antes «las Hurdes de Asturias», a su lugar en el mapa. A este sitio apartado, pero ahora bien visible, con turistas «casi todo el año» y momentos puntuales de «overbooking» veraniego inimaginables un cuarto de siglo atrás. Visto desde dentro, aquella idea salvadora trajo dinero con autoestima, la posibilidad insólita de decir «soy de los Oscos» sin dar más explicaciones; y como ejemplo, esa valla inconcebible hace unos años que asombró al pasar por Vegadeo a Marcos Álvarez, uno de esos jóvenes santalleses que decidieron no emigrar y preside ahora la Asociación de Turismo Rural Oscos-Eo. El cartel, recuerda, «anunciaba una promoción de chalés en Vegadeo y para venderlos decía "A menos de media hora de los Oscos". Eso hace tiempo habría sido impensable».
La diferencia es tan radical que Marcos Niño sabe que «muchos no estaríamos aquí si no hubiera habido turismo rural». «Ni siquiera estaría mi casa», remata Pedro Martínez, propietario desde hace dieciséis años de uno de los dos hoteles de la villa. A la vista, desde la distancia, en el trazado urbano que asienta Santalla sobre la ladera también resaltan los hoteles, piedra y pizarra restauradas con el esmero de quien se sabe obligado a agradar a las visitas. A eso, asegura Martínez, pero también a administrar bien los veranos y a veces a alargarlos hasta el otoño, bendiciendo loterías puntuales como la de agosto de 2007, cuando el presidente del Gobierno veraneó en Villanueva de Oscos y en Santalla «tuve lleno hasta octubre».
El secreto es el equilibrio. Eso pueden decir tres operarios que hoy están adecentando, desbrozadora en mano, la pradera muy empinada que por debajo del casco urbano de la villa va a caer a la vega del río Augüeira. Arriba, la capital sigue sintiendo el cambio que ha «limpiado» Santa Eulalia, esta villa sin mancha ni edificios caídos que «ha mejorado estéticamente, sí, pero a cambio ha menguado el cien por ciento en calidad humana y ambiente de pueblo». A Niño haber nacido en un bar le da perspectiva para echar de menos valores clásicos del pueblo: aquella «solidaridad con el vecino, la cortesía, la amabilidad» y algunas personalidades singulares que se han quedado sin relevo: «Teresa Arango, la secretaria eterna del Ayuntamiento que arreglaba papeles y sabía algo de todo; Eladio, un histórico republicano, o Joselín, un ex alcalde que era la mano tendida del pueblo, la que se encontraba todo el que llegaba a Santalla...».
«¿Catorce bares?» Friedrich Bramsteidl, herrero austriaco con casa, mazo y museo en la aldea de Mazonovo, con apenas cinco años de residencia en Santa Eulalia y las huellas inconfundibles del trabajo en sus manos, se ha sorprendido al conocer la oferta hostelera para consumo interno que llegó a acumular esta villa cuando, antes del turismo, tenía «catorce bares y un cine». José Luis Díaz Álvarez sabe de lo que habla, vive en Ferreirela de Baxo junto al museo de Sargadelos, en una aldea con un único vecino aparte de él. Santalla, la villa, no se puede quejar, pero a nadie se le oculta que la vida que le espera depende en buena medida de la que sea capaz de darle su alrededor agrario deprimido. En la voz de Marcos Álvarez eso es la certeza de que «sin ganadería no hay turismo», esa sensación que comparte el resto de su comarca y que dice que la actividad agraria se adelanta indispensable para conservar el gran valor que vende el sector turístico de aquí, su paisaje. Y el problema es que la rentabilidad del ganado y del campo decrece como en todo el complejo universo rural asturiano, que la estadística confirma que el municipio perdió trece explotaciones de 2002 a 2007 y que en algún momento de mediados de esta década el sector primario dejó de ser el más surtido de puestos de trabajo del municipio en favor de los servicios -96 empleos contra 85 según la última cifra publicada, la de 2007-. El terreno abrupto de los Oscos no es precisamente un apoyo para la mecanización de las explotaciones y al final, concluye José Luis Díaz, a la ganadería le pasa lo mismo que a la cultura, «que la tradicional está desapareciendo». Aunque en Santalla, no obstante, en el terreno cultural hay ejemplos notables, autóctonos e importados, de resistencia al destino modernizador.
La capacidad atractiva de la Naturaleza osqueña es el reclamo esencial para alimentar el sector turístico, pero la gran cabeza tractora de la economía local no rechazaría otros. A juicio de Marcos Álvarez, presidente de la asociación turística Oscos-Eo, «un handicap importante es que no tenemos una empresa de turismo activo» que pueda apuntalar la oferta de servicios para el visitante.
Santalla lleva tras de sí «un arrastre histórico» definido por la sensación de que «siempre carecimos de sector secundario», valora José Luis Díaz. No esperan una gran industria, pero a lo mejor sí alguna iniciativa limitada a las posibilidades santallesas para la agroalimentación y la transformación de la materia prima «que tenemos aquí». El problema es, una vez más, la puesta en marcha, apunta el alcalde, Antonio Riveras, «buscar el producto y el fabricante. En ese terreno nos queda mucho trabajo por hacer».
El nuevo está en obras para completar el muestrario de servicios de la villa y equipararse a sus dos vecinas osqueñas. Riveras confía en que el nuevo equipamiento esté listo «al final del verano» y que la mejora se complete, a su lado, con un arreglo que necesita el patio del colegio.
«Se está elaborando el proyecto» para tener uno en la parte baja de la villa que se adelanta «muy necesario», al decir del regidor santallés, «para que los camiones que paran en Santa Eulalia no suban hasta el centro». Irá en la carretera AS-27, junto a la «curva del alcantarillón».
«Puede parecer una tontería», pero en un lugar que vive de lo que gastan los turistas ayuda poco un banco sin cajero automático. El cliente del turismo rural también busca comodidad, precisa Marcos Niño, y esa carencia «puede hacer que mucha gente se pueda volver atrás».
Santalla come de su imagen. De ahí el proyecto de profundizar en la mejora del aspecto externo de los edificios con dos planes de rehabilitación de fachadas para 2011 y 2012 que invertirá 166.000 euros en cada ejercicio.
Santalla se sujeta al campo declinante, tendida al sol, sin caerse. La capital más urbana de los Oscos es también la mejor dotada de servicios nacidos de la iniciativa privada y viene de cubrir la primera década del siglo XXI con su pequeña población en leve progreso y 147 habitantes en la cifra final de 2010. Lo dicho: que a su modo peculiar «seguimos vivos», que «hay ilusión» aunque la ganancia de la villa engañe y crezca a costa de la «muerte» de los pueblos, aunque el concejo en su conjunto tenga ya solamente medio millar casi exacto de moradores en la cota más baja de su historia. De ahí la preocupación de esta capital visiblemente remolcada por su sector turístico que sabe que no podrá sobrevivir si no resiste su campo, que se asoma al futuro persuadida de que además del paisaje intacto y de muchos artesanos buenos puede encontrar potencial para una pequeña industria agroalimentaria capaz de aprovechar ese «plan de marketing» espontáneo que proporciona la buena imagen de los Oscos y su asociación inmediata con la Naturaleza bien conservada.
Atravesando Santalla sin gente se percibe en los bajos comerciales algún tímido espíritu de rebeldía contra el olvido, la fórmula de la permanencia que unos pocos sí han encontrado para quedarse a sostener su pueblo. Ahí hay un telar con peluquería, arriba dos panaderías y muy a la vista el bar tienda y los dos hoteles, el mesón y la sidrería, cuatro casas de aldea, un bloque de apartamentos rurales y 72 plazas de alojamiento, la oferta más amplia de las tres capitales osqueñas... Dicen que siempre han sido un pueblo «abierto», «dinámico», donde «todavía hay gente que ha decidido no marcharse», asiente José Luis Díaz. En Santa Eulalia funciona aún ese impulso intangible del amor a la tierra, «la iniciativa y el estímulo de quedarse a luchar por la comarca que a lo mejor flaquea en otros municipios. Tenemos catorce asociaciones en un concejo de quinientos habitantes, hay movidilla». Díaz es el presidente de la Asociación de Amigos del Marqués de Sargadelos y el director del museo que recuperó en Ferreirela de Baxo la casa natal de aquel aventurero emprendedor del siglo XVIII que «se marchó por soñador y triunfó lejos de aquí» con su industria de fundición de hierro y fábrica de loza en la provincia de Lugo. Antonio Raimundo Ibáñez tomó el camino inverso al de todos estos visionarios distintos que en la villa remozada del tercer milenio han optado por la ruta contraria, por quedarse o volver a Santa Eulalia. Tal vez porque ahora sí se puede. El cañón de luz de los programas de desarrollo rural enfocó hacia aquí en los años ochenta y la inversión y la promoción turística devolvió a los Oscos, antes «las Hurdes de Asturias», a su lugar en el mapa. A este sitio apartado, pero ahora bien visible, con turistas «casi todo el año» y momentos puntuales de «overbooking» veraniego inimaginables un cuarto de siglo atrás. Visto desde dentro, aquella idea salvadora trajo dinero con autoestima, la posibilidad insólita de decir «soy de los Oscos» sin dar más explicaciones; y como ejemplo, esa valla inconcebible hace unos años que asombró al pasar por Vegadeo a Marcos Álvarez, uno de esos jóvenes santalleses que decidieron no emigrar y preside ahora la Asociación de Turismo Rural Oscos-Eo. El cartel, recuerda, «anunciaba una promoción de chalés en Vegadeo y para venderlos decía "A menos de media hora de los Oscos". Eso hace tiempo habría sido impensable».
La diferencia es tan radical que Marcos Niño sabe que «muchos no estaríamos aquí si no hubiera habido turismo rural». «Ni siquiera estaría mi casa», remata Pedro Martínez, propietario desde hace dieciséis años de uno de los dos hoteles de la villa. A la vista, desde la distancia, en el trazado urbano que asienta Santalla sobre la ladera también resaltan los hoteles, piedra y pizarra restauradas con el esmero de quien se sabe obligado a agradar a las visitas. A eso, asegura Martínez, pero también a administrar bien los veranos y a veces a alargarlos hasta el otoño, bendiciendo loterías puntuales como la de agosto de 2007, cuando el presidente del Gobierno veraneó en Villanueva de Oscos y en Santalla «tuve lleno hasta octubre».
El secreto es el equilibrio. Eso pueden decir tres operarios que hoy están adecentando, desbrozadora en mano, la pradera muy empinada que por debajo del casco urbano de la villa va a caer a la vega del río Augüeira. Arriba, la capital sigue sintiendo el cambio que ha «limpiado» Santa Eulalia, esta villa sin mancha ni edificios caídos que «ha mejorado estéticamente, sí, pero a cambio ha menguado el cien por ciento en calidad humana y ambiente de pueblo». A Niño haber nacido en un bar le da perspectiva para echar de menos valores clásicos del pueblo: aquella «solidaridad con el vecino, la cortesía, la amabilidad» y algunas personalidades singulares que se han quedado sin relevo: «Teresa Arango, la secretaria eterna del Ayuntamiento que arreglaba papeles y sabía algo de todo; Eladio, un histórico republicano, o Joselín, un ex alcalde que era la mano tendida del pueblo, la que se encontraba todo el que llegaba a Santalla...».
«¿Catorce bares?» Friedrich Bramsteidl, herrero austriaco con casa, mazo y museo en la aldea de Mazonovo, con apenas cinco años de residencia en Santa Eulalia y las huellas inconfundibles del trabajo en sus manos, se ha sorprendido al conocer la oferta hostelera para consumo interno que llegó a acumular esta villa cuando, antes del turismo, tenía «catorce bares y un cine». José Luis Díaz Álvarez sabe de lo que habla, vive en Ferreirela de Baxo junto al museo de Sargadelos, en una aldea con un único vecino aparte de él. Santalla, la villa, no se puede quejar, pero a nadie se le oculta que la vida que le espera depende en buena medida de la que sea capaz de darle su alrededor agrario deprimido. En la voz de Marcos Álvarez eso es la certeza de que «sin ganadería no hay turismo», esa sensación que comparte el resto de su comarca y que dice que la actividad agraria se adelanta indispensable para conservar el gran valor que vende el sector turístico de aquí, su paisaje. Y el problema es que la rentabilidad del ganado y del campo decrece como en todo el complejo universo rural asturiano, que la estadística confirma que el municipio perdió trece explotaciones de 2002 a 2007 y que en algún momento de mediados de esta década el sector primario dejó de ser el más surtido de puestos de trabajo del municipio en favor de los servicios -96 empleos contra 85 según la última cifra publicada, la de 2007-. El terreno abrupto de los Oscos no es precisamente un apoyo para la mecanización de las explotaciones y al final, concluye José Luis Díaz, a la ganadería le pasa lo mismo que a la cultura, «que la tradicional está desapareciendo». Aunque en Santalla, no obstante, en el terreno cultural hay ejemplos notables, autóctonos e importados, de resistencia al destino modernizador.
La capacidad atractiva de la Naturaleza osqueña es el reclamo esencial para alimentar el sector turístico, pero la gran cabeza tractora de la economía local no rechazaría otros. A juicio de Marcos Álvarez, presidente de la asociación turística Oscos-Eo, «un handicap importante es que no tenemos una empresa de turismo activo» que pueda apuntalar la oferta de servicios para el visitante.
Santalla lleva tras de sí «un arrastre histórico» definido por la sensación de que «siempre carecimos de sector secundario», valora José Luis Díaz. No esperan una gran industria, pero a lo mejor sí alguna iniciativa limitada a las posibilidades santallesas para la agroalimentación y la transformación de la materia prima «que tenemos aquí». El problema es, una vez más, la puesta en marcha, apunta el alcalde, Antonio Riveras, «buscar el producto y el fabricante. En ese terreno nos queda mucho trabajo por hacer».
El nuevo está en obras para completar el muestrario de servicios de la villa y equipararse a sus dos vecinas osqueñas. Riveras confía en que el nuevo equipamiento esté listo «al final del verano» y que la mejora se complete, a su lado, con un arreglo que necesita el patio del colegio.
«Se está elaborando el proyecto» para tener uno en la parte baja de la villa que se adelanta «muy necesario», al decir del regidor santallés, «para que los camiones que paran en Santa Eulalia no suban hasta el centro». Irá en la carretera AS-27, junto a la «curva del alcantarillón».
«Puede parecer una tontería», pero en un lugar que vive de lo que gastan los turistas ayuda poco un banco sin cajero automático. El cliente del turismo rural también busca comodidad, precisa Marcos Niño, y esa carencia «puede hacer que mucha gente se pueda volver atrás».
Santalla come de su imagen. De ahí el proyecto de profundizar en la mejora del aspecto externo de los edificios con dos planes de rehabilitación de fachadas para 2011 y 2012 que invertirá 166.000 euros en cada ejercicio.
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