31/03/2012 - El Progreso (Lugo)
Logo de dúas semanas de intensa actividade promocional onte por
fin chegou aos cines a película ‘Vilamor’. A capital das murallas é a
cidade elixida para acoller a estrea mundial deste filme, rodado nos
Ancares, A Fonsagrada e Negueira de Muñiz, que xa se pode ver nos cines
Centro e As Termas de Lugo e tamén no Cinelandia de Ribadeo.
O equipo do filme, con veciños de Negueira, este venres nos cines As Termas de Lugo. SEBAS SENANDE |
Na sesión das 20.30 dos
cines As Termas de Lugo, o director, Ignacio Vilar, e os principais
actores da película (Rubén Riós, Sabela Arán e Xoel Yáñez) presentaron a
película diante de todos os espectadores que quixeron ser os primeiros
en ver o filme e coñecer de cerca aos seus artífices.
A CRÍTICA de Grial
Parga
LA IDEA de Ignacio Vilar de hacer un cine popular que se aproxime al
espectador por su vertiente más riquiña es una estrategia medida pero
enmarcada en un negocio cada vez más complicado.
Lo más sobresaliente de ‘Pradolongo’ (2007) y de ‘Vilamor’ es el
entramado promocional que rodea a las películas y la imaginación de los
responsables para llegar a todos los rincones del país en un momento en
el que el cine de estas características está extinto. Vilar vende su
producto con labia y lo lleva bajo el brazo como si fuese un feriante en
ruta. En un momento en que la taquilla descendió, en lo que va de año,
un 25% con respecto a 2011, la necesidad de dar pasos hacia delante en
toda la estrategia de difusión y exhibición en filmes pequeños es tan
valiente como necesaria.
‘Vilamor’ es una historia de amor postadolescente enmarcada en las
comunas que, en los años setenta, se asentaron en los alrededores de A
Fonsagrada. El conflicto se representa en un romance asimétrico entre
una hippie urbanita, defensora del amor libre y atea, y un seminarista
de aldea recién aterrizado en el pantano de las relaciones entre hombres
y mujeres. El fondo histórico de ‘Vilamor’, los primeros años de la
transición en un pueblo en el que siguen mandando las fuerzas vivas del
antiguo régimen, tienen más de atrezzo que de escenario real, mucho más
cuidado, por ejemplo, en las variantes dialectales que emplean sus
personajes.
Vilar llevaba detrás de esta historia más de diez años, cuando
realizó el documental ‘A aldea: o antiguo e o novo’ (2000) y descubrió
la comuna de Foxo. ‘Vilamor’ nace de ahí, pero aprovecha la oportunidad
de un presente con tendencias crecientes de revitalización del pasado (o
de negación del futuro como sitio sombrío y desconocido) y de un
espíritu 15-M limando las asperezas. La escena de la comuna entera
desnuda frente al lago con un gesto estático, tapando con piernas y
brazos las partes del cuerpo más sensibles, es la imagen perfecta de los
cálculos hechos en un producto enfocado a los jóvenes pero sin perder
espectadores por el camino. En un momento en que nuevas generaciones ya
no se preguntan si emigrar o no emigrar sino a dónde, Vilar les propone
volver a las esencias de una Galicia no muy lejana.
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