La madre de Marcos Murias Pérez, un niño de cuatro años de la localidad fonsagradina de A Trapa, ya se temía lo peor el año pasado cuando la escuela unitaria de Vilardíaz se quedó con solo cinco alumnos. Al final pudo mandar allí a su hijo, pero este año ya no lo podrá hacer porque el número de escolares se ha reducido a tres y ya le han anunciado el cierre de la escuela. El curso que viene el pequeño Marcos tendrá que ir al CEIP de A Fonsagrada.
-¿Qué es lo peor del cambio de centro?
-La escuela de Vilardíaz está a siete kilómetros, y el colegio de A Fonsagrada, a 17. Pero más que la distancia, lo grave es que mi hijo va a pasar una hora en el autobús escolar, además de tener que hacer un transbordo en A Fonsagrada. Otro tema que me preocupa es que el comedor del CEIP de A Fonsagrada está fuera del centro, y ya se sabe el tiempo que tenemos por aquí.
-¿Tendrá que madrugar más?
-Tendrá que levantarse a las ocho para coger el autobús a las nueve menos cuarto.
-¿Qué es lo peor del cambio de centro?
-La escuela de Vilardíaz está a siete kilómetros, y el colegio de A Fonsagrada, a 17. Pero más que la distancia, lo grave es que mi hijo va a pasar una hora en el autobús escolar, además de tener que hacer un transbordo en A Fonsagrada. Otro tema que me preocupa es que el comedor del CEIP de A Fonsagrada está fuera del centro, y ya se sabe el tiempo que tenemos por aquí.
-¿Tendrá que madrugar más?
-Tendrá que levantarse a las ocho para coger el autobús a las nueve menos cuarto.
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