Superó 18 asignaturas en un solo curso: 'Quería recuperar el tiempo perdido'
MAR, un Premio para la UNEDUna alumna brillante, que abandonó las aulas con 14 años acosada por sus compañeros, gana a los 24 el Premio al Expediente Académico. Se matricula un curso y acaba la licenciatura al siguiente.
M.A.R. tiene 24 años y es gallega. Ha estudiado Ciencias Políticas en la UNED. Superó 18 asignaturas en un solo curso. Ha obtenido el Premio al Curso Académico de la UNED al alcanzar un 7,5 de media en las 10 asignaturas de las que se examinó el primer año.
“Vivo en Lugo. Empecé a estudiar a los 19 años, hice la ESO en el nocturno y el bachillerato en el colegio San Clemente de Santiago. Me presenté a la selectividad, aprobé, y me matriculé en la UNED, en Ciencias Políticas. Empecé el año pasado y éste, pues… terminé”.
Así comienza la entrevista con María, quien define con estas pocas palabras su vida académica. Con sencillez. Como si no pasara nada. Le pregunto por qué dice que empezó a estudiar a los 19 años. ¿Y antes?
“Dejé todo en 1º de BUP por una pequeña depresión. Lo dejé desde los 14 hasta los 19.
En el colegio siempre llevé todo con sobresaliente hasta 8º, cuando mi nota bajó a notable. Luego en el instituto no estaba bien, y lo dejé. A mí me influyeron mucho los compañeros. Me daban mucha caña porque yo soy tímida y bajita y, bueno, a esa edad, siempre... empiezan a meterse con tu físico. Estás en una edad del pavo, una edad de cambio, vives en tu mundo y para ti una cosa que no tiene importancia ahora, entonces era como si me tiraran una bomba. Hay mucha gente que se metía conmigo y que no le importaba; y luego empiezas a apartarte y, bueno...
A los 19 años me metí en lo de adultos, y muy bien. Casi he terminado con los de mi edad. Estoy muy contenta.”
Durante ese tiempo, de los 14 a los 19 años, ¿qué haces?, ¿trabajas?
Primero estudié un curso de corte y confección. Empecé a trabajar a los 17, cuando me hicieron un contrato de formación en un taller de costura. Estuve allí hasta los 21, y entonces lo dejé para poder estudiar. Desde entonces trabajo haciendo arreglos de ropa en casa.
¿Quién te anima a volver a estudiar?
Pues la verdad es que nadie. Porque mis padres no querían que volviera. Me encontraba bastante bien y les preocupaba que empezase otra vez a agobiarme. Pero yo tenía muchas ganas de estudiar. Había leído muchos libros de Filosofía, de Psicología...
Creo que para recuperar la dignidad tienes que hacer algo que te haga sentir útil. No es que piense dedicarme a la política, sino que estudié Ciencias Políticas como un modo de recuperar mi autoestima, por sentirme mejor conmigo misma. Si luego ayuda a labrarme mi futuro, pues, claro, mejor.
¿Vienes de una familia de universitarios?
Mi madre es ama de casa. Y mi padre tuvo un bar, y lleva varios años de baja por enfermedad. No tengo más hermanos. En mi familia no hay universitarios. Yo vivía en un pueblo de Lugo, un poquito apartado, y allí era complicado estudiar. Había un instituto que estaba a 30 kilómetros. Te venía a buscar el autobús.
Ya tenía claro que lo dejaba hasta que fuera mayor de edad y pudiera ir con gente adulta o a distancia, que no tuviera que sufrir a ciertos compañeros... Había también compañeros buenos, pero me debí encerrar, y no sé… No me arrepiento. Mejor que me haya pasado porque aprendí más cosas.
Una carrera aprobada en dos años, con tan buenas notas, impresiona ¿Tienes una capacidad intelectual muy alta?
Es que no lo sé. Yo no me considero muy inteligente. Creo que soy trabajadora.
¿Por qué decidiste matricularte en la UNED? Otra opción hubiese sido estudiar en una universidad presencial, acudiendo sólo a los exámenes.
Miré una guía de universidades y consulté también en Internet. En la presencial debía ir a Santiago. Tenía miedo de empezar otra vez con gente de mi edad y volver a encontrar problemas. Tenía la experiencia del bachillerato, que lo había hecho a distancia, y probé. Me fue bien.
¿Qué te llevó a elegir estudiar Ciencias Políticas?
Siempre me había gustado escuchar los debates en la radio, por las mañanas, donde se discutía de política. También me gustaba seguir las elecciones, cuando había, y estudiar los resultados. Me atraía la Ciencia Política en la Historia y no lo dudé. Creo además que, de cara a preparar una oposición, está bien.
Hay seis asignaturas por curso en el primer ciclo y cinco en el segundo. Total 12 más 15. ¿Por qué todas a la vez?
Leí los programas y me parecía que podía intentarlo. Como ya había leído muchos libros... Además me matriculé y pensé: “Pues puedo perder el dinero, pero, si estudio, no tengo por qué suspender”.
El segundo año te matriculas de 18 asignaturas...
Sí, porque tenía muchas ganas de terminar la carrera. Quería recuperar el tiempo perdido (risa amplia), recuperar los años que había estado sin estudiar. Pedí un permiso a la UNED pensando que no me lo iban a dar. Aceptaron, y dije: “Pues, ya que me lo han concedido, a darle caña”.
¿Qué es lo que más te ha gustado de todo lo que has aprendido?
Relaciones Internacionales y Organización Administrativa de 5º. Luego Introducción a la Ciencia Política también me encantó.
¿Cuál ha sido tu método de trabajo?
Como tengo Internet, miro los programas en casa; y luego compro los libros y, guiándome con el programa, sé lo que tengo que estudiar.
Ahora que has terminado Ciencias Políticas, ¿te has matriculado de otra licenciatura?
Simultaneaba Derecho con las 18 asignaturas en las que me había matriculado en Ciencias Políticas. En Derecho me matriculé en 7, pero no me presenté a ninguna. Tenía 4 preparadas, pero, como coincidían tantos exámenes en la misma semana, no me examiné. Prefiero presentarme sin ningún riesgo de suspender. Quiero decir: a las que me presento, procuro tenerlas bien preparadas. Un suspenso ahí no queda bien.
La UNED te ha concedido el Premio al Curso Académico por tu expediente. ¿Por qué?
He tenido un 7,5 de media en las 10 asignaturas de las que me matriculé el primer año.
¿Hay cursos relacionados con Ciencias Políticas que te gustaría estudiar?
Sí, hay unos cursos que dan en la Escuela Diplomática que son para Observadores Electorales, y me gustan. Pero, como vivo aquí, en Lugo, no puedo hacerlos.
Sin la UNED, ¿cómo habrías accedido a estudios superiores?
Probablemente no lo habría hecho. Estoy convencida de que, si hubiese empezado en la presencial, lo hubiese vuelto a dejar. Reconozco que tengo un carácter especial y soy consciente de que quizá no resulto muy simpática. Aquí, en casa, estudio, y no tengo ningún problema.
Originaria de una aldea, cosiendo en casa, las miras de María se elevan lejos de su aguja. Entre puntada y puntada, sueña: “Quiero preparar una oposición al Cuerpo Diplomático. Sólo hay tres mujeres. Estamos muy mal representadas: 3 ó 4 mujeres frente a 165 hombres. Son muy complicadas, pero voy a intentarlo”.
Leonor García
MAR, un Premio para la UNEDUna alumna brillante, que abandonó las aulas con 14 años acosada por sus compañeros, gana a los 24 el Premio al Expediente Académico. Se matricula un curso y acaba la licenciatura al siguiente.
M.A.R. tiene 24 años y es gallega. Ha estudiado Ciencias Políticas en la UNED. Superó 18 asignaturas en un solo curso. Ha obtenido el Premio al Curso Académico de la UNED al alcanzar un 7,5 de media en las 10 asignaturas de las que se examinó el primer año.
“Vivo en Lugo. Empecé a estudiar a los 19 años, hice la ESO en el nocturno y el bachillerato en el colegio San Clemente de Santiago. Me presenté a la selectividad, aprobé, y me matriculé en la UNED, en Ciencias Políticas. Empecé el año pasado y éste, pues… terminé”.
Así comienza la entrevista con María, quien define con estas pocas palabras su vida académica. Con sencillez. Como si no pasara nada. Le pregunto por qué dice que empezó a estudiar a los 19 años. ¿Y antes?
“Dejé todo en 1º de BUP por una pequeña depresión. Lo dejé desde los 14 hasta los 19.
En el colegio siempre llevé todo con sobresaliente hasta 8º, cuando mi nota bajó a notable. Luego en el instituto no estaba bien, y lo dejé. A mí me influyeron mucho los compañeros. Me daban mucha caña porque yo soy tímida y bajita y, bueno, a esa edad, siempre... empiezan a meterse con tu físico. Estás en una edad del pavo, una edad de cambio, vives en tu mundo y para ti una cosa que no tiene importancia ahora, entonces era como si me tiraran una bomba. Hay mucha gente que se metía conmigo y que no le importaba; y luego empiezas a apartarte y, bueno...
A los 19 años me metí en lo de adultos, y muy bien. Casi he terminado con los de mi edad. Estoy muy contenta.”
Durante ese tiempo, de los 14 a los 19 años, ¿qué haces?, ¿trabajas?
Primero estudié un curso de corte y confección. Empecé a trabajar a los 17, cuando me hicieron un contrato de formación en un taller de costura. Estuve allí hasta los 21, y entonces lo dejé para poder estudiar. Desde entonces trabajo haciendo arreglos de ropa en casa.
¿Quién te anima a volver a estudiar?
Pues la verdad es que nadie. Porque mis padres no querían que volviera. Me encontraba bastante bien y les preocupaba que empezase otra vez a agobiarme. Pero yo tenía muchas ganas de estudiar. Había leído muchos libros de Filosofía, de Psicología...
Creo que para recuperar la dignidad tienes que hacer algo que te haga sentir útil. No es que piense dedicarme a la política, sino que estudié Ciencias Políticas como un modo de recuperar mi autoestima, por sentirme mejor conmigo misma. Si luego ayuda a labrarme mi futuro, pues, claro, mejor.
¿Vienes de una familia de universitarios?
Mi madre es ama de casa. Y mi padre tuvo un bar, y lleva varios años de baja por enfermedad. No tengo más hermanos. En mi familia no hay universitarios. Yo vivía en un pueblo de Lugo, un poquito apartado, y allí era complicado estudiar. Había un instituto que estaba a 30 kilómetros. Te venía a buscar el autobús.
Ya tenía claro que lo dejaba hasta que fuera mayor de edad y pudiera ir con gente adulta o a distancia, que no tuviera que sufrir a ciertos compañeros... Había también compañeros buenos, pero me debí encerrar, y no sé… No me arrepiento. Mejor que me haya pasado porque aprendí más cosas.
Una carrera aprobada en dos años, con tan buenas notas, impresiona ¿Tienes una capacidad intelectual muy alta?
Es que no lo sé. Yo no me considero muy inteligente. Creo que soy trabajadora.
¿Por qué decidiste matricularte en la UNED? Otra opción hubiese sido estudiar en una universidad presencial, acudiendo sólo a los exámenes.
Miré una guía de universidades y consulté también en Internet. En la presencial debía ir a Santiago. Tenía miedo de empezar otra vez con gente de mi edad y volver a encontrar problemas. Tenía la experiencia del bachillerato, que lo había hecho a distancia, y probé. Me fue bien.
¿Qué te llevó a elegir estudiar Ciencias Políticas?
Siempre me había gustado escuchar los debates en la radio, por las mañanas, donde se discutía de política. También me gustaba seguir las elecciones, cuando había, y estudiar los resultados. Me atraía la Ciencia Política en la Historia y no lo dudé. Creo además que, de cara a preparar una oposición, está bien.
Hay seis asignaturas por curso en el primer ciclo y cinco en el segundo. Total 12 más 15. ¿Por qué todas a la vez?
Leí los programas y me parecía que podía intentarlo. Como ya había leído muchos libros... Además me matriculé y pensé: “Pues puedo perder el dinero, pero, si estudio, no tengo por qué suspender”.
El segundo año te matriculas de 18 asignaturas...
Sí, porque tenía muchas ganas de terminar la carrera. Quería recuperar el tiempo perdido (risa amplia), recuperar los años que había estado sin estudiar. Pedí un permiso a la UNED pensando que no me lo iban a dar. Aceptaron, y dije: “Pues, ya que me lo han concedido, a darle caña”.
¿Qué es lo que más te ha gustado de todo lo que has aprendido?
Relaciones Internacionales y Organización Administrativa de 5º. Luego Introducción a la Ciencia Política también me encantó.
¿Cuál ha sido tu método de trabajo?
Como tengo Internet, miro los programas en casa; y luego compro los libros y, guiándome con el programa, sé lo que tengo que estudiar.
Ahora que has terminado Ciencias Políticas, ¿te has matriculado de otra licenciatura?
Simultaneaba Derecho con las 18 asignaturas en las que me había matriculado en Ciencias Políticas. En Derecho me matriculé en 7, pero no me presenté a ninguna. Tenía 4 preparadas, pero, como coincidían tantos exámenes en la misma semana, no me examiné. Prefiero presentarme sin ningún riesgo de suspender. Quiero decir: a las que me presento, procuro tenerlas bien preparadas. Un suspenso ahí no queda bien.
La UNED te ha concedido el Premio al Curso Académico por tu expediente. ¿Por qué?
He tenido un 7,5 de media en las 10 asignaturas de las que me matriculé el primer año.
¿Hay cursos relacionados con Ciencias Políticas que te gustaría estudiar?
Sí, hay unos cursos que dan en la Escuela Diplomática que son para Observadores Electorales, y me gustan. Pero, como vivo aquí, en Lugo, no puedo hacerlos.
Sin la UNED, ¿cómo habrías accedido a estudios superiores?
Probablemente no lo habría hecho. Estoy convencida de que, si hubiese empezado en la presencial, lo hubiese vuelto a dejar. Reconozco que tengo un carácter especial y soy consciente de que quizá no resulto muy simpática. Aquí, en casa, estudio, y no tengo ningún problema.
Originaria de una aldea, cosiendo en casa, las miras de María se elevan lejos de su aguja. Entre puntada y puntada, sueña: “Quiero preparar una oposición al Cuerpo Diplomático. Sólo hay tres mujeres. Estamos muy mal representadas: 3 ó 4 mujeres frente a 165 hombres. Son muy complicadas, pero voy a intentarlo”.
Leonor García
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