Al atardecer de un día hace unos 16 años llegó a Mazaeda un taxi del que se bajaron tres mujeres. Una era la madre de la actual presidenta argentina, que venía a ver al tío Severino. Era el padre de Óscar, que en aquél momento no tenía muy claro «quen viñan sendo». Hoy sabe que las dos acompañantes eran hermanas de Pascasio, de su padre y del de Manuel.
Apenas pararon un rato y se marcharon prometiendo volver en otra ocasión y comer «pan con leite». A Óscar le llamó la atención que hablaban un gallego sin acento argentino. Pasó más de década y media y la promesa aún no fue cumplida, «pero se vén, aquí estamos», afirma Manuel, a cuya casa tampoco fue aquel día por falta de tiempo.
Los primos de Mazaeda son conscientes de que Cristina Fernández sabe de su existencia a través de la madre. Ellos, sin embargo, no mantienen un contacto especial con los familiares argentinos y se enteraron por los medios de comunicación de que había sido elegida presidenta de Argentina.
Buenos deseos
Tanto Óscar como Manuel desean que tenga éxito en su carrera política y el primero reconoce que no le agrada cuando en algún periódico lee los problemas que está teniendo el matrimonio. Sin embargo lo toman con cierta distancia debido a la ausencia de una relación directa.
Curiosamente, cuando en Argentina están investigando las propiedades del matrimonio Kirchner, Cristina podría reclamar una en A Fonsagrada. Desde la época del abuelo Pascasio nadie se preocupó de cambiar la titularidad el monte que sigue a su nombre.
Apenas pararon un rato y se marcharon prometiendo volver en otra ocasión y comer «pan con leite». A Óscar le llamó la atención que hablaban un gallego sin acento argentino. Pasó más de década y media y la promesa aún no fue cumplida, «pero se vén, aquí estamos», afirma Manuel, a cuya casa tampoco fue aquel día por falta de tiempo.
Los primos de Mazaeda son conscientes de que Cristina Fernández sabe de su existencia a través de la madre. Ellos, sin embargo, no mantienen un contacto especial con los familiares argentinos y se enteraron por los medios de comunicación de que había sido elegida presidenta de Argentina.
Buenos deseos
Tanto Óscar como Manuel desean que tenga éxito en su carrera política y el primero reconoce que no le agrada cuando en algún periódico lee los problemas que está teniendo el matrimonio. Sin embargo lo toman con cierta distancia debido a la ausencia de una relación directa.
Curiosamente, cuando en Argentina están investigando las propiedades del matrimonio Kirchner, Cristina podría reclamar una en A Fonsagrada. Desde la época del abuelo Pascasio nadie se preocupó de cambiar la titularidad el monte que sigue a su nombre.
La presidenta de Argentina tiene en A Fonsagrada familia y propiedades
Llamándoles en Argentina a todos los españoles gallegos, la propia presidenta lleva sangre gallega, y de A Fonsagrada, para precisar más. Su abuelo nació en este municipio, en Mazaeda de San Pedro de Neiro, lugar en el que siguen viviendo varios familiares. Pascasio Fernández, que así se llamaba el antepasado de Cristina Fernández, todavía figura como propietario de una de las parcelas del monte del pueblo.
En la casa del abuelo de la presidenta siguen viviendo Pepita Fernández Freijo, cuñada de Pascasio, y su hijo Óscar Fernández, primo segundo de Cristina. A pocos metros, en otra casa de la aldea vive Manuel Fernández, primo carnal de Óscar y segundo de la presidenta argentina, y en Regueiro, también en el municipio de A Fonsagrada reside otra prima, Adela, hermana de Manuel.
En las primeras décadas del siglo pasado, Pascasio, el abuelo de la presidenta, abrió el camino de la emigración en la familia y a continuación se marcharon varios de sus hermanos, aunque algunos eligieron Cuba como destino y otros regresaron al cabo de unos años.
Pascasio fue de los que ya no regresaron. Cuando llegó al país austral, trabajó en el campo, según relatan sus primos fonsagradinos. Con el tiempo acabó comprando una gran extensión de terreno y montando una ganadería de cerca de dos centenares de cabezas de vacuno.
El primo Manuel y su mujer se dedicaron toda la vida a la agricultura y ahora están jubilados. A pocos metros de su casa está la de O Teso, que es la familiar, en la que también vivió el abuelo de la presidenta, actualmente ocupada por Pepa, de 92 años y su hijo Óscar, de 75. La cuñada tiene buen aspecto pero ya no participa en la conversación y los dos sobrinos no conocieron a Pascasio. Sin embargo, saben que la casa natal no fue la de O Teso, en la que vivió el antepasado de la presidenta, sino la de Choa, de la que ya solo quedan ruinas.
En la casa del abuelo de la presidenta siguen viviendo Pepita Fernández Freijo, cuñada de Pascasio, y su hijo Óscar Fernández, primo segundo de Cristina. A pocos metros, en otra casa de la aldea vive Manuel Fernández, primo carnal de Óscar y segundo de la presidenta argentina, y en Regueiro, también en el municipio de A Fonsagrada reside otra prima, Adela, hermana de Manuel.
En las primeras décadas del siglo pasado, Pascasio, el abuelo de la presidenta, abrió el camino de la emigración en la familia y a continuación se marcharon varios de sus hermanos, aunque algunos eligieron Cuba como destino y otros regresaron al cabo de unos años.
Pascasio fue de los que ya no regresaron. Cuando llegó al país austral, trabajó en el campo, según relatan sus primos fonsagradinos. Con el tiempo acabó comprando una gran extensión de terreno y montando una ganadería de cerca de dos centenares de cabezas de vacuno.
El primo Manuel y su mujer se dedicaron toda la vida a la agricultura y ahora están jubilados. A pocos metros de su casa está la de O Teso, que es la familiar, en la que también vivió el abuelo de la presidenta, actualmente ocupada por Pepa, de 92 años y su hijo Óscar, de 75. La cuñada tiene buen aspecto pero ya no participa en la conversación y los dos sobrinos no conocieron a Pascasio. Sin embargo, saben que la casa natal no fue la de O Teso, en la que vivió el antepasado de la presidenta, sino la de Choa, de la que ya solo quedan ruinas.
«A nosa foi unha familia de emigrantes», señala Óscar. Además de Pascasio, que fue de los que echaron raíces allá, varios hermanos y hermanas también se marcharon a Argentina y no saben a ciencia cierta si vive una de sus tías, ya que otros murieron hace años. El padre de Óscar hizo de joven una incursión en Cuba, pero regresó al poco tiempo. Sin embargo el abuelo que comparten los dos primos de Mazaeda se pasó media vida cruzando el Atlántico.
A estas alturas Manuel descarta viajar al país que gobiernan la prima y su marido, Ernesto Kirchner. Óscar, en cambio, sí mantiene la ilusión de ir a Argentina, pero está soltero y, como es hijo único, tiene que cuidar a la madre. «Ademáis -dice- con 75 anos xa me está pasando a época de viaxar». Extravertido y dicharachero, a falta de grandes viajes hace frecuentes visitas a Lugo, donde tiene bastantes amigos, y a la villa fonsagradina, pero sin desatender a la progenitora que, según Manuel, «está moi coidada».
Kirchner telefoneó a un primo de la presidenta argentina en A Fonsagrada
Desde que el pasado día 8 salió publicado en La Voz un reportaje sobre los parientes fonsagradinos de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, al primo que sigue viviendo en la casa familiar del abuelo de la mandataria se le alteró algo su tranquila vida y tuvo visitas y numerosas llamadas de teléfono, además de alguna oferta interesante, que de momento no podrá aceptar.
Óscar Fernández, recibió llamadas de algunos medios de comunicación y de personas residentes en el continente americano. Otras llamaron al periódico para hacer consultas relacionadas con los protagonistas y con su lugar de residencia, o para preguntar cómo se podían poner en contacto con ellos. Entre las visitas a raíz del reportaje figura la de un equipo de la Televisión de Galicia que, según manifestó el propio Óscar, los representantes de la cadena le ofrecieron realizar un viaje al país austral.
Sin embargo, la mayor sorpresa la llevó a través del teléfono. Uno de los últimos días recibió una llamada y le dijeron que era de la Casa Rosada. Como desconocía que es la residencia de los presidentes argentinos, «pensei que eran máis periodistas», dijo. Según relató, tras unos momentos de espera y remitir la llamada a distintos departamentos, lo pasaron con Néstor Kirchner. «Soy Néstor y tanto Cristina como yo queremos que venga», le dijo. Óscar le explicó que le apetece pero que no puede porque tiene que cuidar a su madre de 93 años. La anciana, Pepita, era cuñada del abuelo de la presidenta argentina.
En el reportaje publicado por este periódico el día 8, Óscar relataba una visita que tuvo hace unos quince años, cuando aún vivía su padre. Eran tres mujeres que llegaron en un taxi, una de ellas la madre de Cristina Fernández. Según señalaba en el reportaje, llegaron casi de noche y apenas pararon, pero la progenitora de la presidenta prometió volver y comer «leite con pan».
El antojo de su suegra le hizo gracia a Néstor Kirchner, que el día que habló con Óscar le preguntó qué es «leite con pan». El primo fonsagradino
Óscar Fernández, recibió llamadas de algunos medios de comunicación y de personas residentes en el continente americano. Otras llamaron al periódico para hacer consultas relacionadas con los protagonistas y con su lugar de residencia, o para preguntar cómo se podían poner en contacto con ellos. Entre las visitas a raíz del reportaje figura la de un equipo de la Televisión de Galicia que, según manifestó el propio Óscar, los representantes de la cadena le ofrecieron realizar un viaje al país austral.
Sin embargo, la mayor sorpresa la llevó a través del teléfono. Uno de los últimos días recibió una llamada y le dijeron que era de la Casa Rosada. Como desconocía que es la residencia de los presidentes argentinos, «pensei que eran máis periodistas», dijo. Según relató, tras unos momentos de espera y remitir la llamada a distintos departamentos, lo pasaron con Néstor Kirchner. «Soy Néstor y tanto Cristina como yo queremos que venga», le dijo. Óscar le explicó que le apetece pero que no puede porque tiene que cuidar a su madre de 93 años. La anciana, Pepita, era cuñada del abuelo de la presidenta argentina.
En el reportaje publicado por este periódico el día 8, Óscar relataba una visita que tuvo hace unos quince años, cuando aún vivía su padre. Eran tres mujeres que llegaron en un taxi, una de ellas la madre de Cristina Fernández. Según señalaba en el reportaje, llegaron casi de noche y apenas pararon, pero la progenitora de la presidenta prometió volver y comer «leite con pan».
El antojo de su suegra le hizo gracia a Néstor Kirchner, que el día que habló con Óscar le preguntó qué es «leite con pan». El primo fonsagradino
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