Agentes de la Guardia Civil lograron rescatar a una persona de edad avanzada que se quedó colgada de la valla de piedra del mirador de A Fornaza, en el municipio lucense de A Fonsagrada, y a punto estuvo de caerse al precipicio, porque se dislocó un hombro y se le desplazó la prótesis de cadera que le habían colocado para que pudiese caminar.
El rescate se produjo en torno a las seis y cuarto de la tarde del lunes, cuando la Guardia Civil fue informada de que un hombre de avanzada edad, vecino de la zona, estaba colgado de la barandilla de piedra del mirador de A Fornaza (parroquia de Vilar da Cuíña) y pedía ayuda, porque no podía moverse y existía riesgo de que se despeñase por el precipicio.
Cuando llegaron al mirador, los agentes de la patrulla comprobaron que el anciano estaba agarrado a la parte exterior de la valla de piedra y se quejaba de fuertes dolores en la cadera y en hombro. Además, a causa de las bajas temperaturas, el accidentado empezaba a tener síntomas de hipotermia, por lo que los efectivos de la Guardia Civil le proporcionaron la ropa de abrigo que llevaban en el coche oficial para que su estado no empeorase.
A causa de los dolores que tenía la víctima, que no podía ni tumbarse ni sentarse, y a su elevado peso, unos 110 kilogramos, también como consecuencia del poco espacio que había para intervenir entre la valla del mirador y el borde del precipicio, el rescate fue especialmente complicado.
Finalmente, los agentes lograron desplazarlo hacia el lado interno del mirador, donde el hombre fue atendido por un equipo sanitario del 061, que le dispensó los primeros auxilios. Posteriormente, fue trasladado de urgencia por una ambulancia medicalizada al hospital Xeral de Lugo.
El rescate se produjo en torno a las seis y cuarto de la tarde del lunes, cuando la Guardia Civil fue informada de que un hombre de avanzada edad, vecino de la zona, estaba colgado de la barandilla de piedra del mirador de A Fornaza (parroquia de Vilar da Cuíña) y pedía ayuda, porque no podía moverse y existía riesgo de que se despeñase por el precipicio.
Cuando llegaron al mirador, los agentes de la patrulla comprobaron que el anciano estaba agarrado a la parte exterior de la valla de piedra y se quejaba de fuertes dolores en la cadera y en hombro. Además, a causa de las bajas temperaturas, el accidentado empezaba a tener síntomas de hipotermia, por lo que los efectivos de la Guardia Civil le proporcionaron la ropa de abrigo que llevaban en el coche oficial para que su estado no empeorase.
A causa de los dolores que tenía la víctima, que no podía ni tumbarse ni sentarse, y a su elevado peso, unos 110 kilogramos, también como consecuencia del poco espacio que había para intervenir entre la valla del mirador y el borde del precipicio, el rescate fue especialmente complicado.
Finalmente, los agentes lograron desplazarlo hacia el lado interno del mirador, donde el hombre fue atendido por un equipo sanitario del 061, que le dispensó los primeros auxilios. Posteriormente, fue trasladado de urgencia por una ambulancia medicalizada al hospital Xeral de Lugo.
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