De las siete grandes ciudades, Ferrol y Ourense perdieron habitantes . A Coruña y Pontevedra concentran el 78% de los ayuntamientos que no sufrieron los efectos de la crisis demográfica
R. PRIETO A CORUÑA La población gallega engorda a cuentagotas. Desde 1999, el padrón en Galicia ha ganado 65.752 habitantes, un balance que apenas supone 6.600 nuevos inscritos al año. Los 2.796.089 habitantes censados en la comunidad autónoma tan solo han supuesto un aumento de un 2,4% en los últimos diez años, 11 puntos por debajo de la medida nacional, que ha pasado de 40,2 millones censados en 1999 a más de 46,7 millones el año pasado.
La crisis demográfica ha pasado factura al 73% de los concellos gallegos. En la última década, un total de 232 municipios perdieron población, 62 de ellos en la provincia de A Coruña, 59 en Lugo, 79 en Ourense y 24 en Pontevedra. En los 91 restantes donde el padrón ha aumentado, lo ha hecho fundamentalmente en los municipios costeros de A Coruña (un total de 32) y de Pontevedra (39). Un dato que pone de manifiesto el éxodo que sufren las provincias de Ourense y Lugo, que en la última década han perdido población en más del 85% de sus municipios.
En el extremo opuesto se sitúa Pontevedra, con el mejor balance de los últimos diez años: sólo cuatro de cada diez municipios perdieron población. En el caso de A Coruña son más los municipios con caída demográfica que los que suman nuevos inscritos en el padrón: el 66% de los ayuntamientos coruñeses han sufrido los efectos de la despoblación.
Sangría en el interior
Frente a la sangría poblacional en el interior -con una caída en el padrón de más de 20.000 habitantes en los últimos diez años-, en el litoral el aumento ha sido en casi 76.000 nuevos censados, más de 50.000 en la provincia de Pontevedra y cerca de 37.000 en A Coruña.
En el aumento del padrón en Galicia durante la última década contribuyeron de forma especial las grandes ciudades. Pero no todas. La excepción fue Ferrol, con una caída próxima a los 8.000 habitantes y Ourense, con 1.400 menos. El mayor aumento poblacional lo registró la ciudad de Vigo, con 13.662 censados más que en 1999, seguida de Lugo, con 9.198 nuevos inscritos, Pontevedra con 7.437, mientras que las urbes de A Coruña y Santiago fueron las que registraron el menor aumento: 2.654 coruñeses más que hace diez años y 1.347 vecinos de Compostela.
Las localidades próximas a las grandes ciudades han sido las que experimentaron un mayor crecimiento desde 1999. En A Coruña, municipios como Cambre, Carballo, Culleredo o Ames engordaron su padrón. En De los 62 concellos pontevedreses, tan sólo 24 sufrieron la crisis demográfica. En Lugo, la población sólo creció en 8 de los 67 concellos -la ciudad de Lugo, Foz, Outeiro de Rei, Ribadeo, Rábade, Sarria, Viveiro y Burela- y en Ourense únicamente en trece de 92 ayuntamientos -Allariz, Amoeiro, Baltar, Barbadás, O Barco, O Carballiño, Celanova, Coles, Cualedro, Xinzo, San Cibrao das Viñas, San Cristovo de Cea, Toén y Verín-.
315 municipios, cerca de 30.000 núcleos de población y 2,7 millones de habitantes. Esta radiografía de Galicia deja entrever el poco peso poblacional de sus municipios. En la actualidad, 92 concellos tienen menos de 2.000 habitantes; y de ellos 18 no superan el millar. Cada vez son más los ayuntamientos que no rebasan la línea de los 2.000 censados. En la última década, el número de municipios con este volumen de población ha aumentado un 27% al pasar de los 72 contabilizados en 1999 a los 92 de 2009. En el caso de los concellos que no llegan a los mil habitantes, la cifra se ha disparado un 38% al pasar de 13 a 18. En los últimos diez años, los concellos de Santiso (A Coruña), Bóveda, Cervantes, Navia de Suarna, Pol, Portomarín y Samos (Lugo), Baños de Molgas, Carballeda, Castrelo de Miño, Irixo, Xunqueira de Ambía, Laza, Leiro, Muíños, Oímbra, Riós y Vilar de Barrio (Ourense) y Dozón y Fornelo de Montes (Pontevedra) superaron la barrera de los 2.000 habitantes.
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