Cultivo el huerto, crío unas gallinas, corto leña y cuido las viñas, así voy pasando el tiempo y estoy ocupado", comenta José Prieto con una abierta sonrisa. Así pasa sus días el último vecino de la aldea de As Quintas, en la parroquia de Liñarán, en el municipio lucense de Sober.
Vive solo. En su caso hay millares de gallegos. Ponerse en su lugar no es fácil. Vivir sin alguien con quien hablar, que te eche una mano cuando lo necesites, con quien compartir miedos o esperanzas es duro.
La realidad es que los hogares unipersonales de mayores de 65 años rondan los 111.000 en Galicia, según los últimos datos revelados por el Instituto Galego de Estatística (IGE).
El de José Prieto, con 73 años a sus espaldas, es uno de ellos. Soltero, vive en una pequeña aldea, con cuatro casas, en la parroquia de Liñarán, en el concello lucense de Sober. Es el único vecino de este núcleo, su única compañía es su fiel perro Roque, que le sigue allí a donde va. José, de momento, goza de buena salud y no tiene problemas de movilidad, lo que todavía le permite llevar a cabo labores agrarias entre las que transcurre su vida diaria. Cultivar tomates, lechugas, judías; criar gallinas, hacer acopio de leña para la cocina, recoger hoja seca para abonar la tierra y cuidar las viñas son las tareas que ocupan su tiempo.
José es un hombre vital, abierto y conversador. Trabajó diez años en la construcción en Francia y acabó como agricultor en su pueblo. La soledad parece no preocuparle y dice sentirse a gusto, "duermo bien y no pienso que vaya a pasarme nada malo", explica. Todavía conduce y suele ir, a menudo, a la capital municipal a tomar una sidra con los amigos. No deja de escuchar los informativos por la radio, en especial las noticias mortuorias del mediodía y, aunque dice no ver demasiado la televisión, se confiesa seguidor de las series "da Galega" Libro de familia y Padre Casares.
El caso de José, que no es de los que podrían calificarse de dramáticos, es similar al de cientos de los mayores que viven solos en los dispersos núcleos del rural gallego. En las ciudades también los hay. Es una historia que cada año, debido al envejecimiento de la población, va en aumento. Los jubilados en Galicia rondan ya las 612.000 personas. Casi la cuarta parte del censo de nuestra comunidad autónoma.
El fantasma de la enfermedad o sufrir una dolencia que incapacite es, según Gloria Otero, trabajadora social, "el mayor miedo de los ancianos que viven en soledad. Un temor que cualquiera entiende". "La familia, los que la tienen, es lo que más echan de menos", señala. Añade, "pensar en ingresar en una residencia es todavía tabú para la mayoría de las personas mayores, son reacios a esta opción, nadie quiere dejar su casa", subraya Gloria, con más de 20 años de experiencia en la atención a mayores que viven solos en la zona de Lemos.
Pero uno se pregunta, si un mayor en una situación como la de José enferma y se convierte en una persona que no puede valerse por sí misma, ¿quién lo atiende? ¿A dónde va?
Los datos
1) España
Un reciente estudio geriátrico revela que hay más de siete millones de personas entre 60 y 90 años. De ellas, 1,4 millones sufren una situación de soledad que, en un buen número de casos, les lleva a sufrir depresión.
2) Galicia
De los 2.796.089 habitantes que tine nuestra comunidad, 611.821 son mayores de 65 años. Los hogares unipersonales de jubilados rondan los 111.000, de los que 82.000 son de mujeres y 29.000 corresponden a varones.
3) A Coruña
Con algo más de 240.000 es la provincia gallega con mayor número de personas censadas con más de 65 años. Le sigue la de Pontevedra, con 177.292. Lugo suma 98.526 y Ourense alcanza un total de 95.970 jubilados.
4) Centenarios
Las personas con cien o más años en Galicia suman, de acuerdo con los registros del INE, 711. En el 2019, según las previsiones del Instituto de Estadística, ese número de centenarios se duplicará y llegará a los 1.379.
5) Parroquias
Los 315 ayuntamientos de Galicia suman cerca de 4.000 parroquias, con una media de siete aldeas para cada una. Las entidades singulares de población diseminadas por la geografía gallegan ascien- den a 30.000.
DATOS PRINCIPALES
750
Un solo vecino Galicia, según los datos del INE, tiene 750 aldeas con un solo vecino. La provincia de Lugo, con 386, y la de A Coruña, con 219, encabezan esa lista de núcleos rurales unipersonales, que muy pronto formarán parte de la llamada Galicia fantasma.
1.338
Despoblados Los núcleos del mapa gallego que se han quedado sin gente, por falta de relevo generacional, ascienden a 1.338. Lugo, con 573 aldeas fantasmas, y A Coruña, con 525, desde el año 2000, están a la cabeza en cuanto a pueblos abandonados.
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